La tarea del diseñador es integrar en un producto, las necesidades de cada involucrado con el mismo. Un diseño no es solo una forma bonita, sino la suma de nuestra capacidad para impregnar en ése producto los requerimientos de marketing para poder venderlo, las necesidades del usuario, la factibilidad técnica evaluada por un departamento de ingeniería, la rentabilidad económica examinada por marketing y gestión comercial, etc.
Aprenda a realizar procesos de investigación previa que anteceden al diseño. Pueden ser simples pero determinantes a la hora de abordar el diseño de un producto. Realizar investigaciones previas y conocer la historia de un producto, sus usuarios, su entorno y su mercado le ayudará para poder abordar con más precisión el proceso del diseño del nuevo producto.
Defina el mercado, sus usuarios y características y evalúe los productos que han inundado ese segmento de mercado en los últimos 5 ó 50 años, dependiendo claro está, del tipo de producto. A continuación, encontrará enlaces a breves resúmenes de evoluciones de productos, como por ejemplo, la grifería. Observe cómo se analizan los condicionamientos a los que se somete un producto y su mercado.
Evolución histórica de la grifería
Evolución histórica de la cabina telefónica
© Adrián Blanco 2005 – Prohibida la reproducción total o parcial sin consentimiento explícito del autor.